La creatividad, considerada una habilidad inherente a los humanos, ha sido fundamental en el desarrollo de ideas y en la generación de valor económico. Sin embargo, la integración creciente de la Inteligencia Artificial (IA) en diversas áreas ha creado un nuevo paradigma, fusionando la creatividad humana con las capacidades de las máquinas.
La propiedad intelectual, tradicionalmente centrada en reconocer al individuo como autor de un producto, se enfrenta a desafíos con la llegada de la IA. La dificultad radica en la difuminación de la autoría y creatividad cuando un algoritmo es el creador. La pregunta clave es si se puede registrar legalmente como propio un producto generado por IA.
Abel Marcial Oruna Rodríguez, experto en derecho comercial y propiedad intelectual, explora las implicaciones y límites en este fascinante cruce entre la propiedad intelectual y la IA. En primer lugar, destaca que en Indecopi no se registran productos, sino derechos de propiedad intelectual. La IA, por su parte, crea sistemas que imitan la inteligencia humana mediante algoritmos, sin intervención humana directa.
Al registrar un elemento de propiedad intelectual generado por IA, el registrador debe utilizar la tecnología para evitar vulnerar los derechos de terceros. En el caso de patentes, se revisan bases de datos internacionales, y en el de signos distintivos, se aplica el criterio de similitud para limitar las pretensiones de registro.
¿Qué sucede si un usuario intenta registrar un producto creado por IA similar a uno ya existente? Aquí entra en juego la ética individual del solicitante, quien debe declarar si el elemento fue generado por IA. La autoridad competente revisará antecedentes y decidirá otorgar o no el registro.
En cuanto a las leyes peruanas sobre la Inteligencia Artificial, la Ley 31814, promulgada en julio de 2023, promueve el uso de la IA para el desarrollo económico y social. Establece la creación de una Autoridad Nacional encargada de dirigir, evaluar y supervisar el uso y desarrollo de la IA y tecnologías emergentes.
A medida que la IA transforma el panorama, es crucial abordar los aspectos legales y éticos relacionados con la propiedad de productos generados por esta tecnología. Aunque no hay respuestas definitivas, se insta a las empresas a mantenerse informadas sobre los desarrollos legales y buscar asesoramiento especializado para proteger sus intereses en este nuevo entorno digital.